domingo, 22 de diciembre de 2013

MOTIVOS SECUNDARIOS O APRENDIDOS



Los motivos secundarios se caracterizan por no tener una base biológica clara y por ser aprendidos. Se desarrollan mediante la interacción con los individuos y juegan un importante papel en el desarrollo emocional de los sujetos.
En ocasiones las motivaciones aprendidas priman sobre las motivaciones básicas de sentirse cómodo y seguro. Sabemos que la evitación de dolor es un motivo primario y que las creencias religiosas en un motivo secundario. Pues bien, existen personas que en nombre de sus creencias religiosas son capaces de auto-infringirse dolor. Otro ejemplo lo tenemos en las huelgas de hambre.
Existen, principalmente DOS TIPOS DE TEORÍAS QUE INTENTAN EXPLICAR LOS MOTIVOS SECUNDARIOS. Una de ellas se basa en las necesidades y otra en las metas.
Son necesidades aquello que necesitamos o creemos necesitar y que nos induce comportamientos cuyo fin es su satisfacción. Uno de los psicólogos clásicos que apoyan esta teoría es Maslow el cual estableció una jerarquía de las necesidades dividiéndolas en cinco niveles. Una de las críticas más fuertes que se hace esta teoría es que solo pueden satisfacerse los niveles superiores cuando los inferiores ya han sido satisfechos.
Otro autor importante dentro de la teoría de las motivaciones es McClellad que formuló su teoría de la motivación humana  en base a la búsqueda de tres necesidades que desarrollaremos en posteriores entradas del blog; estas son: necesidad de logro, de poder y de afilición.
Por el contrario, las teorías centradas en las metas consideran que los motivos secundarios son determinados voluntariamente por los sujetos.
Cuando las metas son decididas por el individuo aumenta el nivel de ejecución de una tarea. Las metas han de ser específicas, concretas y equilibradas con el nivel de capacidad del individuo para que resulten más eficaces.
Según modelo jerárquico de motivación de logro de Elliot (modelo integrador), al tratar de conseguir una meta hay que tener en cuenta dos aspectos: la atracción hacia el éxito y el miedo al fracaso. Este modelo establece cuatro tipos de metas que estarán en función de dos dimensiones:

La valencia: se refiere a la atracción o rechazo que evoca una determinada meta y presenta dos niveles; aproximación y evitación. 
La finalidad de objetivos: se refiere al objeto que se persigue al intentar conseguir una meta y muestra otros dos niveles; dominio y rendimiento. El objetivo prioritario en el dominio es que el sujeto mejore sus capacidades, perfeccione sus habilidades y destrezas. El objetivo principal en el rendimiento es demostrar a los demás que somos buenos en una tarea; se basa en la autovaloración en relación al resto de individuos.


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