Es la necesidad de establecer, mantener o
recuperar una relación afectiva positiva con otra persona o personas. Las
relaciones afectivas son un fin en sí mismas. No suelen ser populares en su
entorno ya que este motivo implica un fuerte miedo a ser rechazado, a quedarse
solo, a ser desaprobado o a no tener la aceptación esperada en su grupo. Po
este motivo suelen presentar conductas defensivas de miedo al rechazo e
inseguridad.
McAdams propuso estudiar el motivo de intimidad, en el que se produce también la interacción
social pero dentro de un ámbito privado, mucho más íntimo donde se reduce la
probabilidad de ser rechazado y por lo tanto el miedo y la ansiedad.
El motivo de afiliación representa en
muchas ocasiones el deseo de no estar solo; mientras que el motivo de intimidad
aparece un deseo de mantener relaciones íntimas de comunicación y contacto sin
que interfiera miedo de ningún tipo.
Dentro de este motivo
se ha estudiado el fenómeno de facilitación
social del rendimiento según el cual, la presencia de otras personas aumenta
la motivación del sujeto y mejora su rendimiento. Por ejemplo un ciclista que
pedalea más rápido cuando va acompañado o cuando está pasando cerca del
público.
Sus relaciones suelen ser más cálidas y
afectivas, son personas que necesitan cariño y afecto continuo que les haga
sentirse especiales, suelen tener miedo al rechazo social y buscan continuamente
la aceptación de su grupo, lo que les lleva siempre a realizar conductas que
creen que van a agradar a las personas con las que están y evitan participar en
discusiones o emitir opiniones controvertidas.
Prefieren situaciones de cooperación y suelen evitar
situaciones conflictivas. No suelen tener buena capacidad de mando.
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